domingo, 8 de abril de 2007

Sin noticias de julius…

Alex (a la izda, fue el que me accidento), Evert (en el centro) y Franklin. Tres de los “chicos” del departamento de Residuos Sólidos con los que compartí oficina durante mi trabajo en la Guaira. Buena gente.

Siempre se dice que lo más importante es la salud, así que empecemos por eso. Mi pie sigue mejorando y ya ando con bastante soltura, aunque todavía esta un tanto inflamado lo cual no deja de preocuparme, pese a las varias veces que he ido a que “los cubanos(1) le pegaran un ojo.
Hecho ya el parte de lesiones, vamos al grano. Como habréis podido ver han habido bastantes lagunas en esta “crónica” desde el momento en que me partí el pie, así que voy a intentar resumir brevemente lo que me ha pasado en estos casi tres meses de ir arrastrando mi invalidez por este rinconcito del trópico. Tras el accidente me pase la primera semana en la Casa de la Juventud en plan invalido total, como ya os comente en la entrada del día 23 de enero (“Mala pata.”). Durante esos días volví a coincidir con Manolo, un amigo de Ciano que conocí la primera vez que vine a Maturín (ver “La larga marcha.” del 12 de diciembre). El caso es que Manolo acababa de ser nombrado Jefe de Compras en el Ministerio de Participación Popular y Desarrollo Social (MINPADES), que le fue asignado al PCV en enero y me pidió que fuera al ministerio a asesorarle con unas compras informáticas. Allí empezaron mis desvelos, por que investigando un poco en el estado de la informática del ministerio vimos que la cosa dejaba bastante que desear, así que ni cortos ni perezosos hicimos con Manolo un informe dirigido al Ministro, explicando los problemas que habíamos visto y haciendo varias propuestas.
En esa época me ofrecieron posibilidad de empezar a trabajar por el Ministerio asesorándolos en cuestiones tecnológicas. Esos días estuve a caballo entre el Ministerio (en la oficina de Manolo pusieron unas colchonetas así que muchos días dormí allí) y la Casa de la Juventud. Después me fui para Cuba diez días y a mi regreso seguí pululando por el Ministerio y la Casa, cargando con el yeso y esperando a que me dieran una respuesta al informe.
A todas estas me pegue alguna que otra borrachera con Manolo, otra gente que conocí a través de él y algunos camaradas que llegaron a Caracas para ocupar un cargo de “confianza” en el Ministerio.
Me fui para Carnaval (que aquí es fiesta nacional por todo lo alto) a Maturín y pase esos días de relax y fiesta con la gente de aquí. Volví a Caracas y seguí esperando alguna respuesta de lo del trabajo en el Ministerio, a la vez que iba ya buscando otras opciones por que la cosa empezó a pintar un tanto negra.
También aproveche para ir rematando mi colaboración con la gente de la Corporación de Municipio Vargas (la famosa base de datos) para dejar el trabajo listo de una vez.
Supongo que si has seguido minimamente mis batallitas no te sorprenderá que te explique que al final, tras largas y mas largas, esperas y mas esperas lo del ministerio acabó quedándose en papel mojado sin que ni siquiera se hayan dignado a decirme claramente que no. Así que al final se me hincharon los… y decidí irme a probar suerte a Maturín. Pase una semana alojado entre la casa de Manolo y la de Lennon y fui buscando que hacer con mi vida. Me salio alguna cosa para trabajar de informático, que desestime por que no tenia ningún contenido social ni político y seguí desesperándome, hasta que llego la llamada…
Y la llamada era de Edgar (ver “El desembarco (o por que los cambios nunca resultan fáciles)”) que me ofreció la posibilidad recolaborar con el PCV en Upata (Estado Bolívar). Fui a una entrevista en San Félix, me explicaron en que consistía la cosa y decidí aceptar.
Tuve que pasar primero por Caracas a recoger un montón de cosas que me había dejado y a despedirme de la gente de La Guaira y desde allí me metí un viaje infernal de 12 horas en autobús hasta Upata.
Y allí estoy, alojado en casa de Edgar, empezando mi labor, conociendo a la gente y ubicándome un poco. ¿Qué en que consiste mi labor?.... como explicarlo… lo mas sencillo será decirte que ahora soy un revolucionario profesional.



(1).Médicos cubanos destinados en Venezuela en el marco de la “Misión Barrio Adentro”, que permite que Cuba de apoyo sanitario y deportivo a Venezuela a cambio de petróleo. Dan asistencia gratuita a una gran parte de la población que había quedado excluida de la asistencia sanitaria. Sorprendentemente en algunos casos su preparación no parece ser todo lo buena que debiera.

3 comentarios:

Bernat Villarroya i Garcia dijo...

Sort que no et rendeixes mai!

A l'espera de més noticies, no tardis tant en actualitzar. Saluda a l'Edgar & family de Bolívar!

Txari dijo...

Hola pollo! He d'admetre que he llegit el post en diagonal, al curro no tinc massa temps per fer-ho tranquilament.

Molts petonets i molta sort en aquesta nova aventura!!

Anónimo dijo...

Así que revolucionario profesional... no suen mal, jeje Bueno ya veo que no te has quedado en casa ni con la pata tiesa no? molt bé, molt bé.
Ahora no tardes tres meses en explicarnos que haces allí, eh??
Que vagi molt bé!!