domingo, 14 de octubre de 2007

Life in Maturín.

Imagen de uno de los modelos de maquina de votación que se usan en los procesos electorales en Venezuela.


Finalmente, tal y como os anunciaba, me he venido a Maturín (Estado Monagas) a vivir lo que me resta de paseo tropical. Estoy alojado en casa de un camarada, Chequelo, que es muy buena gente y del que la verdad es que no me puedo quejar, por que me trata muy pero que muy bien. Por otro lado Manolo, Lennon, Aquiles, “el Muerto” y unos cuantos locos más componen el combo maldito con el que me la paso de arriba abajo, trabajando o tomando cerveza por los rincones de esta ciudad.

Mi trabajo aquí ha consistido, hasta la fecha, en participar en la formación de los Operadores de Maquina de Votación que trabajaran en el referéndum aprobatorio de la reforma constitucional previsto para el 2 de diciembre. Los cursos que se les han impartido tiene una duración de cuatro horas y buscan capacitarlos en el uso de las maquinas. Por cierto me he hecho fama de ser el capacitador que más alumnos suspendía en todo el Estado, ¡que dirían mis profesores del instituto si se enteraran!.
¿Qué es eso del Operador de Maquina de Votación?. Pues muy sencillo, dado que las prácticas de fraude electoral en Venezuela durante los últimos cuarenta años de “democracia”, se habían extendido tanto que eran generalizadas (1) se optó por automatizar el sistema del voto. Para ello se recurrieron a dos dispositivos: el sistema captahuellas y la maquina de votación. El primero registra la huella dactilar del votante, para así evitar que hubiera personas que, disponiendo de dos documentos de identidad (llamados cedulas), pudiesen votar dos veces. La segunda registra el voto de los electores, prescindiéndose así de las tradicionales papeletas.
El voto automatizado genero grandes desconfianzas, que han ido siendo refutadas por la realidad de los hechos y es que el sistema electoral venezolano se encuentra entre los mas auditados del mundo, contando con la aprobación de los observadores de la OEA, el Centro Carter y la Unión Europea. La lista de medidas de seguridad llenaría entradas enteras de este blog y no es ese mi propósito. No os imagináis lo mucho que he aprendido sobre el tema en los últimos meses…
Por supuesto hay algunos sectores de la oposición que son enemigos acérrimos del sistema de voto automatizado y que dirigen contra él toda clase de ataques, la mayoría de las veces carentes no solo de todo fundamento, sino del más elemental sentido común. Supongo que no es necesario que os explique por que lo atacan tanto…
Una vez terminado el proceso de formación desconozco que tareas me van a dar en las siguientes fases de preparación del evento de diciembre, pero sean las que sean es para mi un sueño poder participar activamente en la preparación de esta cita electoral, que promete suponer un paso adelante en la profundización del proceso revolucionario.

Además del trabajo he podido hacer una escapadita a Piacoa a buscar a la novia de Manolo, lo que me dio la oportunidad de conocer el Estado Delta Amacuro (el delta del rió Orinoco). Lo poco que pude ver me pareció de una belleza natural impresiónate, ósea que espero poder realizar alguna otra visita próximamente.
También fui de vuelta a Caracas por un par de días a colaborar en Centro Nacional de Soporte de los referendos revocatorios a alcaldes, que tuvieron como resultado la destitución de cuatro alcaldes de todo el país. Pobre resultado para los centenares de funcionarios a los que se les empezó a recoger firmas solicitando el revocatorio. Y no es que muchos de ellos sean los paladines de la competencia y la honradez, no nos vamos a engañar.



(1) Hasta que punto habrían llegado las cosas que existe un dicho popular conocido por todo el mundo que dice que “acta mata voto” y que es usado para referirse a que uno debe preocuparse por las consecuencias de algo que puede ser resuelto mas tarde por otro procedimiento. Evidentemente el acta que menciona el dicho es el acta final de escrutinio de una mesa electoral.

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