martes, 25 de septiembre de 2007

Una serie de catastróficas desgracias.


Estado en que quedo el coche tras el accidente…


Supongo que os extrañara volver a tener noticias mías otra vez, pero digamos que los acontecimientos así lo exigen. Siguiendo con mi racha venezolana las desgracias nunca viene solas y si a un atraco le siguió otro, al primer accidente de trafico tenia, por fuerza, que seguirle otro.
Pues si querid@s amig@s otra vez me he vuelto a accidentar, curiosamente en la misma carretera donde me sucedió el accidente de moto y a muy pocos kilómetros de ahí. Ni que decir que tiene que estoy perfectamente, mas allá de algún rasguño, un chichón y un par de puntos en la cabeza.
El asunto fue que un amigo (prefiero no mencionar nombres) tenia un coche de su trabajo, así que decidimos irnos con otra amiga de excursión nocturna a la playa. Todo fue muy bien, llegamos, nos pusimos a hablar de esto y aquello, nos dimos un baño nocturno en el Caribe y tan ricamente. Luego decidimos volver para Caracas y en ese trayecto fue cuando en una curva bastante pronunciada el amigo perdió el control del coche y se subió al bordillo, para ir a parar después contra un montículo. Yo en el primer golpe contra el bordillo me golpe la cabeza y me quede frito, éstos se golpearon un tanto, pero salieron algo mejor parados. Total que el amigo me sacó del aturdimiento y salí del coche por mis propios medios, que a todas estas se estaba incendiando...
De allí para el hospital, dos puntos de sutura en la cabeza, un par de radiografías para asegurarse de que no era nada grave y arreando. Lastima que mi teléfono estuviera encima del asiento y yo fuera descalzo en ese momento, por que todo se quemo (Ana, Gorka vuestras zapatillas han sucumbido). Total que acabe en plan “Jungla de Cristal” caminando descalzo por el hospital, hasta que un medico se apiado de mí y me regalo unas fundas de estas que usan para cubrirse los zapatos en el quirófano. Otro rato os pongo fotos de cómo termino la furgoneta para que os hagáis una idea de cómo fue la cosa.
En resumen, estoy bien, sin teléfono y sin zapatillas, pero bien.

4 comentarios:

Bernat Villarroya i Garcia dijo...

Joder Julián!

Bueno, sembla que res greu doncs. Informa més sovint vale? I sobretot intenta mantenir-te sencer!

apa, una abraçada!

Anna Albareda dijo...

Ostres Julian!

el dissabte feiem un dinar aepero en el que ens vam enrecordar de tu i ens van dir això de l'accident! bé, pel què sembla estàs bé, que és l'important!

I dius que ja tornes a Barna? i jo que l'estiu que ve vinc a Veneçuela i volia que ens fessis de guia... bueno, ja parlarem.

una abraçada i cuida't

Anna Albareda

Julius dijo...

Hola chic@s,

En efecto, todo bien. De hecho ya no vivo en Caracas, el trabajo me ha llevado a Maturin (capital del Estado Monagas). ya os echare mejor ese cuento...

Yo tambien me acuerdo mucho de vosotr@s aeperos del mundo...

Mireia Mora dijo...

Joder Juli! Vaya tela! Espero que estés bien y que pronto podamos tenerte por aquí y hablar un poquito!

cuidate mucho y no seas tan caro de leer, anda, que te echamos de menos y es duro no saber ná de ná.

besikos!